El TDAH, mejor conocido como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, hace que muchos niños presenten dificultades a la hora de prestar atención, sean más hiperactivos e inquietos, además de más impulsivos, de lo que se considera normal para su edad.
A su vez, esta condición también hace que los niños tengan dificultad a la hora de desarrollar las habilidades que necesitan para poder concentrarse y controlar su atención, al igual que el comportamiento y las emociones. Generalmente, los niños con TDAH actúan de formas que a los padres les resulta complicado dirigir.
TDAH en niños: Síntomas y diagnóstico
El diagnóstico del TDAH en niños suele ser algo que la mayoría de los padres no sabe muy bien cómo manejar. La información que se maneja en internet suele ser muy confusa, además de la falta de consentimiento por parte de muchos profesionales, no favorece a los niños que presentan este trastorno y dificulta una intervención temprana.
Para entender el diagnóstico hay que centrarse en los síntomas. Como mencionamos al comienzo de esta nota, entre las características principales del Trastorno de déficit de atención se encuentra la falta de atención y el comportamiento hiperactivo-impulsivo.
Asimismo, los síntomas comienzan a notarse antes de los 12 años de edad y, en algunos niños, pueden verse más presentes a partir de los 3 años. Es importante destacar que los síntomas pueden llegar a ser leves, moderados o graves, y también pueden continuar hasta la adultez.
Ahora, ¿cuáles son los síntomas más notorios? Con respecto a los problemas para prestar atención, el TDAH en niños hace que:
- Se noten distraídos o muy despistados.
- Parezcan que nunca están escuchando lo que se les dice.
- Muestren dificultades para mantener la concentración.
- No logren seguir instrucciones correctamente.
- Les sea necesario contar con recordatorio para poder realizar tareas.
- Parezcan que no se esfuerzan lo suficiente en sus actividades escolares.
- Les cuesta mucho la organización.
En cuanto a la hiperactividad, el TDAH en niños hace que:
- Trepen, salten o sean un poco más agresivos que otros niños cuando les toque jugar “tranquilamente”.
- Se muevan demasiado y les sea difícil quedarse quietos en un lugar.
- Hagan las cosas muy de prisa en lugar de tomarse su tiempo para hacerlas.
- Ser descuidados.
- Se muevan constantemente y no puedan detenerse.
Acerca de la impulsividad, el TDAH en niños hace que:
- Interrumpan mucho cuando otros hablan (o hasta cuando ellos mismos lo hacen).
- Hablen de una forma poco reflexiva.
- Hagan cosas que no tenían que hacer, aún sabiendo que no estaba bien hacerlas.
- Les resulte muy complicado esperar, turnarse con otras personas o compartir algo.
- Se salgan de sus cabales fácilmente sin poder tener autocontrol.