El síndrome de Asperger es un tipo de TEA, Trastorno del Espectro Autista, que posee una intensidad más leve debido a su grado de afectación. Este se caracteriza por alterar la forma en la que la persona se comunica con los demás, en su interpretación del idioma, uso del lenguaje, relaciones sociales y poca flexibilidad en su forma de pensar.
En el siguiente artículo te explicaremos cuál es la relación que existe entre el Asperger y los niños, cómo logras detectarla y qué debes hacer luego de esto.
Síndrome de Asperger en niños: Síntomas de sospecha
El Síndrome de Asperger en niños se presenta entre 3 y 7 de cada uno de los infantes, este trastorno neurobiológico es más común en los niños que en las niñas. Uno de los principales síntomas que los caracterizan son los compartimentos repetitivos y los intereses restringidos.
Aquí te contamos otros síntomas que pueden ayudarte a identificar si tu hijo tiene este síndrome:
– Pocas habilidades sociales: Prefiere estar solo y disfrutar de su propia compañía. Tienen una baja interacción con los niños de su edad, así como también dificultades para hacer y tener amigos.
– Dificultades al conversar: Generalmente, muestran muchas dificultades para mantener el ritmo normal de cualquier conversación, les cuesta mantener contacto visual, hacen gestos y expresiones con su cara inconscientemente que son poco apropiados para la situación que se está tratando y no están al tanto de los sentimientos de la otra persona, porque no codifican caras ni gestos.
– No tolera la frustración: Es muy competitivo y no puede soportar perder, así que cuando pasa algo malo o pierde en algún juego, suele frustrarse demasiado y no puede controlar sus emociones en el momento.
– Reaccionan de una forma diferente: Al tener que expresar emociones como la ira, alegría, tristeza, enojo, suelen hacerlo de una forma desproporcionada.
– Sus conversaciones son restringidas: Suelen solo conversar de determinados temas porque son los que les interesan, ejemplo: solo quiere hablar sobre pingüinos, dinosaurios, autos, ajedrez, trenes, etc.
– Tienen un lenguaje perfecto: Hablan de una manera formal que hasta puede sentirse un poco pedante, pero no utilizan el ritmo, entonación, pausas ni emoción, lo que complica la comprensión de lo que tratan de comunicar.
– Interpretan todo literalmente: Para ellos es muy difícil entender el sarcasmo, bromas, comentarios irónicos o metáforas.
– La alteración en su rutina los desespera: No toleran que sus rutinas sean alteradas y esto les genera muchísima ansiedad y preocupación.
– Tienen complicaciones motoras: Tardan un poco más en correr, andar en bicicleta, aprender a bailar, nadar, entre otros.