El acoso escolar, también conocido como “bullying”, nunca debe ser tratado como algo menor o restarle importancia cuando suceda. Si sientes que tu hijo puede estar pasando por esta situación o conoces a alguien a quien podría ocurrirle, es importante reconocer que debes actuar rápido, pero cautelosamente.
La violencia en las escuelas se asocia a una situación de desigualdad entre dos partes, el estudiante que sufre acoso (víctima), quien no tiene los recursos o habilidades necesarias para defenderse y el agresor o agresores (victimario), quien o quienes hacen daño deliberadamente al alumno que lo sufre.
A su vez, el bullying demuestra cómo la intimidación trae consigo fuertes consecuencias trágicas para las familias, personas involucradas, escuela y compañeros de clase.
Acoso escolar a tu hijo: Sigue estos consejos
Cuando hablamos de acoso escolar en la actualidad, no debemos referirnos a este como un fenómeno aislado, sino que es un tema serio y preocupante que se debe manejar inmediatamente. Según los expertos el 6% de los alumnos lo sufren.
Ahora, para poder lograr la prevención y resolución del bullying, son las familias quienes más deben involucrarse en este tema puesto que son quienes ejercen un papel fundamental ante este problema debido a que su ayuda favorece el desarrollo social y emocional de los hijos.
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Debes aprender a reconocerlo
Para poder evitar o ayudar cuando el acoso escolar sucede, primero debes aprender a reconocerlo. Los niños que sufren de hostigamiento en el colegio suelen cambiar su manera de actuar rápidamente, parecen estar más ansiosos, no comen casi, tienen problemas con el sueño, se irritan fácilmente y no disfrutan hacer las actividades que generalmente le gustan. También evitan asistir a clases o sienten mucho rechazo hacia la escuela.
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Potencia su autoestima
Enséñale a tu hijo desde temprana edad a valorar sus características personales, a sentirse valiosos y bien consigo mismos. Aplaude y recompensa cada uno de sus logros, por más pequeño que sea, y evitar compararlo con los demás.
Esto hará que tu hijo se sienta más a gusto con la persona que es y no tenga que enfrentarse tímidamente a alguien más que puede llegar a hacerlo sentir menos. Tendrá una mayor capacidad para defenderse ante malos comentarios en contra de su autoestima o persona.